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lunes, 8 de julio de 2013

Anansi desde Europa: los hijos de la araña

Por: César Caldas Rodríguez

La palabra nos une y, gracias a ella, durante milenios los seres humanos hemos estado transmitiéndonos las cosas que nos han hecho falta para vivir y morir, donde parecen hacerse realidad las peguntas que se hiciera Neruda: ¿por cuánto tiempo muere el hombre, qué quiere decir para siempre? 
En la oralidad yacen armónicamente la paz y la guerra, la luz y la oscuridad, porque después de todos estos siglos hemos sido y, de hecho, somos conscientes que la palabra es el reservorio de lo mágico, lo humano, lo profano y lo sagrado.
Así han llegado a nosotros, como parte de los saberes y decires de la oralidad, no solamente conocimientos sobre medicinas, historias, dioses y ancestros, sino también infinidad de leyendas congeladas en la niebla de los tiempos y que sus narradores han logrado regresar a la vida gracias a la savia nutricia y fundacional de la palabra. 
Una de esas leyendas es la de los cuentos de Anansi, el dios-araña de los antiguos ashanti, oriundos de Ghana, en la costa atlántica de África. Estos cuentos se han diseminado por buena parte del Caribe, siendo muy populares en más de una nación caribeña. Tanto así que el profesor colombiano Jaime Arocha escribió su libro Los ombligados de Anansi, acerca de la presencia de estos cuentos en la cuenca del Caribe.
Pero las voces de Anansi no se quedaron sólo en el Caribe: cruzaron el Atlántico hasta llegar a Europa, donde Neil Gaiman en el Reino Unido escribió su novela Los hijos de Anansi, recreando tan mítico personaje africano. Gaiman, a quien el New York Times Books Review ha clasificado como un magnífico y curioso contador de historias, en su obra, ha logrado corporeizar al dios-araña en la figura del padre de Gordo Charlie, joven protagonista de esta novela, siendo al mismo tiempo una mezcla de padre ausente de la vida de su hijo con un dios bromista, ocurrente y hasta excéntrico, llegando a ser sarcástico en ocasiones.
En él, es elemento identitario la risa, el sentido del humor que puede llegar a ser hasta descarnado, esa risa de la que ha dicho Adolfo Colombres que se presenta así como una visión diferente del mundo, una contracultura que toma a la vida como algo siempre abierto, inacabado, a lo que ningún discurso, ninguna institución, puede en verdad fijar 
Así que era de esperar una visión diferente del mundo y de todo desde un padre tan diferente a todos los demás padres del reino de este mundo.
Una buena parte de lo interesante de esta novela está en que aporta la visión de un escritor europeo de una leyenda de esta región del mundo, manteniendo la figura de la araña que cuenta historias y que de paso, es dueña de todos los cuentos desde que se los logró quitar al tigre, a quien siempre le hace bromas que pueden llegar a ser más que pesadas, desde entonces se dice que todos los cuentos son de Anansi. 
En este caso, Gordo Charlie sabe que es hijo de este dios al regresar del funeral de su padre y es precisamente su madrastra, la señora Higgler quien se lo confiesa y también le dice a Charlie que tiene un hermano que él no sabía que tenía y que para llamarlo cuando lo necesitase, sólo tenía que decírselo a un araña.
De hecho fue la propia señora Higgler quien le dijera al atónito muchacho: los cuentos son como las arañas, tienen patas largas, y como las telarañas que enredan a los hombres pero resultan preciosas cuando las ves bajo una hoja con el rocío de la mañana, y, del mismo modo que los hilos de una telaraña, están todos conectados unos a otros .
A partir de ese momento, se produce un giro no solamente en la novela sino también en la vida de Gordo Charlie, personaje descrito como la antítesis de su sui generis padre: Charlie solía ser tímido para todo, e inseguro.
Recordemos que contexto es la relación entre estructuras del lenguaje y estructuras sociales . Toda la novela se va desarrollando en un contexto mítico, donde se mezclan de forma coherente la realidad y la fantasía para conformar todo el texto, donde lo que parecía ser una broma o algo fantasioso, a cada vuelta de página el lector comprueba que es verídico, que la fantasía se ha vuelto real.
Hay otro momento donde el carácter mítico del texto se realza: cuando Gordo Charlie, luego de haberse tomado el solo una botella de vino, le dice a una araña si ves a mi hermano, dile que debería dejarse caer por aquí un día de estos para saludar Y sucesos como que al día siguiente al amanecer su hermano, quien por demás le pidió a Gordo que lo llamara por el nombre de Araña, estaba golpeando la puerta de su casa, son los que hacen pensar que lo real maravilloso ha ido ya más allá del Caribe, mucho más allá.
A partir de ahí la vida de Charlie ya nunca fue la misma, tanto que el final de la novela se produce entre tres personajes: Charlie, su hijo Marcus de cuatro años de edad y una sirena, final tan mágico y misterioso como la propia novela, cuando padre e hijo fueron bailando todo el camino, mientras cantaban una canción sin letra que se iban inventando sobre la marcha. Y la canción se quedó flotando en el aire incluso después de que entraran en casa y se sentaran a desayunar.
Los hijos de Anansi es la forma que ha encontrado Neil Gaiman de volver a contar la leyenda del dios-araña, sólo que reinterpretada y recontextualizada, pero conservando la esencia fantástica y fabulesca que la caracteriza, donde la palabra y la magia van de la mano, conduciendo al lector por los insospechados y enigmáticos mundos de los cuentos de la Araña.


Adolfo Colombres: Celebración del lenguaje, Ediciones Alarcos, La Habana, Cuba, 2009, p. 247.
Neil Gaiman: Los hijos de Anansi, Rocaeditorial, Madrid, 2006,  p. 55.
Marta Cordiés: La oralidad y lo real maravilloso en la obra de Alejo Carpentier, en Oralidad,  Anuario 13, La Habana, Cuba,  p. 50.
Neil Gaiman. op. cit,  p. 67.


Un viaje por las páginas del Caribe

Por Cesar Caldas: 
Escritor y Catedratico

(Con permiso de Nicolás Guillén)

Por el Mar de las Antillas
anda un barco de papel (…)

Nicolás Guillén

A veces recorro mi ciudad, mi natal Santiago de Cuba y, también a veces, llego hasta la bahía, nuestra querida Alameda Michaelson y hago lo único que puedo hacer en ese momento: sentarme en uno de los viejos banco del parque y mirar el mar, en toda su inmensidad.  Ahí, sentado solo con mis recuerdos y mis andanzas, noto que las olas llegan en su eterno deambular, y mirándolas, pienso en el Caribe,  grande, misterioso y queridísimo, donde se ha escrito un tesoro que nos permite a los caribeños todos sentirnos más que orgullosos, me refiero a algunas de las grandes novelas del Caribe, cuya lectura es, acaso, imprescindible.
Y allí, sentado en mi Alameda, comienzo un recorrido imaginario por el Caribe, mejor aún, un recorrido por su discurso novelar: pienso en ese grande de mi tierra cubana, el inolvidable Alejo Carpentier con su novela El reino de este mundo, donde deja patente lo que él mismo denomina lo real maravilloso cuando expresara: “pero que es la historia de América toda, sino una crónica de lo real maravilloso”, donde recrea momentos reales e imaginarios de los sucesos ocurridos en Haití cuando su guerra de independencia. Y de Cuba también es Marta Rojas, a quien le debemos la novela El columpio de Rey Spencer, que trata de la diáspora jamaicana a mi Isla.
Llego a la República Dominicana, donde el maestro Marcio Veloz Maggiolo nos ofrece La mosca soldado, no solamente una novela, sino también un relato arqueológico y que constituye un cambio temático entre los escritores de esta parte del mundo.
Tomo el timón de mi barco marinero, y conduzco su casco de papel hacia Barbados, donde nació George Lamming, novelista de talla mayor que nos entregó una obra monumental, que ha devenido en la novela mayor del Caribe anglófono: En el castillo de mi piel, novela que ha sido y sigue siendo leída por generaciones de lectores que la siguen perpetuando en la memoria.
Al llegar a Dominica, me recibe el recuerdo de Jan Rhys, la mujer a quien le debemos El vasto mar de los zargazos, donde se exponen las historias y conflictos de una familia en esta isla caribeña.
La Guyana Inglesa es mi próximo puerto, ahí está Jan Carew, el gran escritor con su obra Midas Negro, donde se aborda el tema no solo de la raza, como sucede en la obra de Lamming, sino también el de la diáspora, una vez más en la literatura caribeña: es la historia del joven caribeño que va a Europa….. y regresa. 

Ya ahí también yo decido regresarme a casa, hasta un próximo día, en que vuelva a mi Alameda y continúe el viaje, por los tantos sitios que me faltaron, donde aguardan novelas, años y escritores, a que sigamos llegando lectores curiosos, para viajar el Caribe a través de sus páginas.

viernes, 5 de julio de 2013

Joven coloca anuncio buscando esposo millonario y encuentra respuesta razonable

Ella:
“Soy una chica hermosa (yo diría que muy hermosa) de 25 años, bien formada
y tengo clase. Quiero casarme con alguien que gane como mínimo medio millón
de dólares al año. ¿Tienen en este portal algún hombre que gane 500.000 dólares o más? Quizás las esposas de los que ganen eso me puedan dar algunos consejos. Estuve de novia con hombres que ganan de 200 a 250 mil, pero no puedo pasar de eso, y
250 mil no me van a hacer vivir en el Central Park West. Conozco a una mujer, de mi clase de yoga, que se casó con un banquero y vive en Tribeca, y ella no es tan bonita como yo, ni es inteligente. Entonces, ¿qué es lo que ella hizo y yo no hice? ¿Cómo puedo llegar al nivel de ella?
Rafaela S.”
El:
“Leí su consulta con gran interés, pensé cuidadosamente en su caso e hice un análisis de la situación. Primeramente, no estoy haciéndole perder tiempo, pues gano más de 500 mil por año. Aclarado esto, considero los hechos de la siguiente forma: Lo que Ud. ofrece, visto desde la perspectiva de un hombre como el que Ud. busca, es simplemente un pésimo negocio., He aquí los por qué: Dejando los rodeos de lado, lo que Ud. propone es un simple negocio: Ud. pone la belleza física y yo pongo el dinero.
Propuesta clara, sin recovecos. Sin embargo existe un problema. Con seguridad, su belleza va a decaer, y un día va a terminar, y lo más probable es que mi dinero continúe creciendo. Así, en términos económicos, Ud. es un activo que sufre depreciación y yo
soy un activo que rinde dividendos. Ud. no sólo sufre depreciación, sino que, como ésta es progresiva, ¡ aumenta siempre ! Aclarando más, Ud. tiene hoy 25 años y va a continuar siendo linda durante los próximos 5 a 10 años; pero siempre un poco menos cada año, y de repente, si se compara con una foto de hoy, verá que ya estará envejecida.Esto quiere decir, que Ud. está hoy en ‘alza’, en la época ideal de ser
vendida, no de ser comprada. Usando el lenguaje de Wall Street, quien la tiene hoy la debe de tener en ‘trading position’ (posición para comercializar) , y no en ‘buy and
hold’ ( compre y retenga ), que es para lo que Ud. se ofrece… Por lo tanto, todavía en términos comerciales, el casamiento (que es un ‘buy and hold’) con Ud. no es un buen negocio a mediano o largo plazo, pero alquilarla puede ser en términos comerciales un negocio razonable que podemos meditar y discutir usted y yo. Yo pienso que mediante certificación de cuán ‘bien formada, con clase y maravillosamente linda’ es, yo, probable futuro locatario de esa ‘máquina’, quiero lo que es de práctica habitual: Hacer una prueba, o sea un ‘test drive…’ para concretar la operación. En resumidas cuentas: como comprarla es un mal negocio, por su devaluación creciente, le propongo alquilarla por el tiempo en que el material esté en buen uso. Esperando noticias suyas, me despido cordialmente.
UN MILLONARIO QUE POR ESO ES MILLONARIO”

jueves, 4 de julio de 2013

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS EN FESTIVAL DEL CARIBE EN SANTIAGO DE CUBA

By Cesar Caldas: Escritor y Catedratico.
Alguna vez dijo Facundo Cabral que “el Caribe es el anticipo del paraíso”. Y es en Santiago de Cuba, Capital del Caribe, donde se está celebrando este año, del 3 al 9 de julio, el Festival del Caribe Fiesta del Fuego, organizado anualmente por esa prestigiosa Institución cubana que lleva por nombre la Casa del Caribe, dedicando esta su 33ra edición al Caribe Colombiano, entiéndase ciudades como Santa Marta, Barranquilla y Cartagena del hermano país.  
La República Dominicana, a quien se la han dedicado ya dos ediciones del Festival en los años 1992 y 2007 respectivamente, ha sido y sigue siendo una de las naciones que participa cada año en el magno evento y el 2013 no ha sido la excepción ya que, desde el día 28 de junio, está dicha delegación en tierra cubana.
Este Festival está reconocido a nivel mundial como el más grande de su tipo en la región, es una gran fiesta caribeña donde, junto a las manifestaciones artísticas y las expresiones más arraigadas de la religiosidad popular cubana, tienen  lugar  disímiles espectáculos en los 41 escenarios itinerantes que funcionan todos los días en el evento.
Sesiona también el Coloquio Internacional de Pensamiento “El Caribe que nos une”, entre los días 4 y 8 en el Centro de Convenciones Teatro Heredia, que es uno de los espacios académicos y de reflexión del Festival, el otro es el Curso-Taller Internacional de Religiosidad Popular Cubana y Caribeña que sesiona en esa misma fecha en el marco de la cita caribeña que, según estadísticas, el evento  sentido general es observado por 15 mil espectadores diariamente. Este año participa en el Coloquio el profesor dominicano Rafael Almanzar, director ejecutivo de la Institución Casa de Arte, con una interesante conferencia sobre el merengue dominicano, afianzando así los lazos de aproximadamente dos siglos que unen a nuestras naciones.
Asimismo, tiene lugar el Encuentro Internacional de Poetas del Caribe, donde se unen bardos de varias naciones no solo del Caribe, sino también del mundo, ya que en la Casa del Caribe se concibe el Caribe no bajo un concepto geográfico, sino cultural.

Así que durante estos días estamos de pláceme los caribeños con esta fiesta de la alegría desbordante y el pensamiento edificante se dan la mano y, juntos, van por el mundo, llevando el Festival en la voz del viento, que es la voz del tiempo que es la voz grande formada por millones de voces, esas que se unen en el gran canto caribeño a la paz y la unidad entre nuestras naciones.