La palabra apartarse literalmente significa: retirar, quitar,
aislar, guardar, consagrar, entre otros
sinónimos que podríamos utilizar.
Algunos expertos en aeronáutica afirman que el momento más
difícil, para un piloto y sus pasajeros es el despegue. Es por tal motivo que las Regulaciones Federales de
Aviación (FAR, por sus siglas en inglés) exigen a los pasajeros el cinturón
de seguridad durante el despegue y aterrizaje.
Una explicación lógica de este fenómeno es que los aviones no
se fabricaron para moverse en la tierra. Su diseño aerodinámico está
debidamente concebido para estar en el aire, incluso en momentos de
turbulencia.
De la misma manera el hombre, entiéndase el ser humano, no
está diseñado para apegarse a los afanes, placeres, deidades, tradiciones o
actividades que lo separan de la gracia
y la providencia divina, aun cuando estás actividades tengan el matiz de
las religiones.
Nuestra existencia tiene propósito que supera el simple hecho
de nacer, crecer y morir, eso es una teoría que nos filtraron en nuestro “disco
duro” y que debemos eliminar para obtener la mentalidad del reino.
- “Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.”. Isaías 43:7 y el versículo 21 dice: “Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará”.
Que privilegio tenemos de no ser simples mortales, de ser
criaturas con imagen y semejanza de Dios: “…hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza” Génesis 1:26
- Un pasaje bíblico situado en el libro de Éxodo en su capítulo 3:2-3 “…Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema.
Aspectos fundamentales:
- Dios opera en las alturas y en lugares santos, el monte Hored, lugar donde se desarrolla la historia, alcanza los 2.285 metros sobre el nivel del mar. La altura representa lo que es puro y santo, la mayoría de los frutos ricos en proteínas y minerales crecen del tallo, no de la raíz.
- Un segundo factor es que Dios es una fuente inagotable que no se consume en sí mismo, es eterno: “Y se le apareció el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía”.
Moisés para estar en la presencia de Dios tuvo que,
literalmente, apartarse de la tierra, de lo cotidiano y lo pasajero. Dios pudo
haberlo hecho fácil y aparecerse en el mismo trayecto, más la tarea era esculpir
al hombre que sacaría su pueblo del yugo de la esclavitud, por lo tanto había
que santificarlo, hacerlo puro, apartarlo.
- Por otro lado destacar que lo que hace especial a un lugar o a una persona es la morada o la presencia de Dios en su vida. Nada es especial, lo especial de la nada es la existencia de Dios. Imaginemos las veces que Moisés había recorrido el mismo lugar. Paro ese dia habia algo distinto que llamó la atención de Moisés
Otros de los acontecimientos que nos invita a ser llenos de
la presencia y el espíritu de Dios en esencia y no en apariencia, atreves del
modelo de Jesús, es el relato que se encuentra en Lucas capitulo 5
- “Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Lucas 5:2
Nótese que Jesús decide apartar la barca de la tierra, se
aleja de la multitud que la arropaba para hablarle. Este cuadro de “alejarse
para estar más cerca”, lo comparamos con el artista que se despega de su obra
para apreciar los detalles y así conseguir una mejor terminación. Jesús sabía
que si se quedaba en la multitud y le hablaba desde allí no todos le escucharían,
no hubiese captado la atención de la muchedumbre con el mismo impacto.
Por lo tanto el evangelio se compara con una pizza, si
queremos disfrutar del buen sabor tenemos que probar el centro, no la orilla.
El cristiano que no profundiza en la oración y la lectura de la biblia no
alcanzará niveles espirituales. La orilla es para los espectadores, el
escenario está diseñado para adorar y honrar a Dios operaciones que nos
engrandecen en abundantes bendiciones.
Por tanto cuando conocemos de la palabra es un deber actuar y
ser diferentes: “De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas”. 2 Corintios 5:17
- Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red”. Lucas 5:4-5
Nuestra sociedad y el mundo están saturados de actividades
religiosas y paganas que nos alejan de la Santidad Divina. Urge un cambio de
aptitud de parte de nosotros, debemos contagiar al mundo del sabor espiritual:
- “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”. Jeremías 15:19
Las Mercedes, San Miguel, La Virgen de la Altagracia, entre
otros. Para muchos esto es bueno porque forma parte de la cultura y la
idiosincrasia de nuestro pueblo. Ahora bien, la cultura y el sistema religioso son
elementos que muchas veces el diablo utiliza para separarnos de la gracia de
Dios, por lo que debemos tener cuidado con “el cómo y el qué celebramos”.
Bajo ningún concepto pretendo restar importancia a los
ángeles, mucho menos a los hombres y
mujeres que Dios, en momentos determinado de la historia, utilizó para
hacer cumplir su proyecto con la humanidad.
La intención de este artículo nace del capítulo Juan 8:32 “y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.